jueves, 18 de diciembre de 2008

El Gran Duque de Luxemburgo se niega a firmar la ley de eutanasia



El Gran Duque de Luxemburgo se niega a firmar la ley de eutanasia


El Gran Duque Enrique todavía no se había manifestado sobre una ley que el Parlamento dio su visto bueno tras una votación muy ajustada y a pesar de la oposición del partido socialcristiano (CSV) del primer ministro, Jean-Claude Juncker. La Constitución del país confiere al Gran Duque la potestad para promulgar y sancionar las leyes. Aunque no es habitual que el soberano se niegue a ratificar una norma aprobada en la cámaras, existen excepciones. Por ejemplo, en Bélgica, país vecino de Luxemburgo, el rey Balduino se manifestó en contra de la ley que regulaba el aborto en 1990.

La ley en cuestión contempla que para excluir la comisión de delito en caso de que un médico ayude a morir a una persona deben darse una serie de circunstancias precisas. En concreto, el paciente ha de ser mayor de edad o menor emancipado, tener un diagnóstico irreversible y un sufrimiento físico o psíquico "constante e insoportable sin perspectiva de mejora" y exponer de manera voluntaria y reiterada, sin presión externa, su deseo de morir. El médico tendrá que informar adecuadamente al enfermo de su situación y sus posibilidades terapéuticas y deberá, además, consultar a otro profesional sobre el carácter grave e incurable de la afección. El texto instaura, además, el "testamento vital", en el que el enfermo hará constar por escrito su voluntad y que se archivará en un registro controlado por la Dirección de Salud Pública.

En la Unión Europea, Bélgica y Holanda han despenalizado la eutanasia. Luxemburgo iba a ser el siguiente país en contemplar el derecho a la muerte digna en su legislación.

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